En estos momentos, en el taller de Musicando tenemos claro que priorizamos la seguridad de nuestros clientes. Desde el primer día, hemos decidido tomar todas las medidas necesarias para garantizar el mínimo riesgo de contagio.
Se trata de una situación bastante complicada, ya que la desinfección de un instrumento de viento no es una tarea sencilla y actualmente, es totalmente imprescindible antes y después de realizar una reparación.
¿Qué medidas hemos tomado?
1. Una vez recibido el instrumento en nuestro taller, pasará directamente a la zona de reparación. No se abrirá ni manipulará en la zona de atención al público.
2. El reparador, equipado con los equipos de protección necesarios, procederá a una primera desinfección dependiendo del tipo de instrumento. En el caso de los instrumentos de metal se realizará una primera limpieza con una solución líquida germicida pulverizada, apta para todos los materiales y tras ello , un secado manual. Con los instrumentos de madera la limpieza se hará con un paño húmedo desechable, siempre respetando las características del tipo de madera con el que estemos trabajando. En algunos casos no será posible realizar esta primera desinfección.
3. En la segunda fase de la desinfección, utilizaremos luz ultravioleta, aplicada con una lampara UV-C, con la longitud de onda recomendada para el tratamiento de este virus. Con este proceso, nos aseguraremos de eliminar todo resto posible de germen, y además de la desinfección de los materiales que no hayan podido tratarse en la primera fase con el desinfectante líquido.
4. Reparación del instrumento.
5. Nueva desinfección con luz ultravioleta antes de la entrega.
6. Entrega del instrumento en la zona de atención al público.
